¿Qué es blockchain?

Te explicamos qué es una blockchain, sencillo y rápido, para que comprendas qué es, cómo funciona y todo el potencial de esta tecnología.

Si los términos blockchain, token, criptomoneda, fork, pump, whale o wallet te suenan a un idioma marciano, no estás solo.
En esta serie de artículos te iremos explicando todo lo que necesitas saber sobre este mundillo y de una manera muy sencilla hasta para que lo puedas explicar a tus abuelitos.

Definición de Blockchain

En simple: La blockchain o cadena de bloques es un software (tecnología) que opera como un gigantesco libro de cuentas en el que los registros (los bloques) están unidos y cifrados para proteger la seguridad y privacidad de su contenido y de las transacciones. Es, en otras palabras, una base de datos distribuida y segura que se puede aplicar para todo tipo de transacciones, incluyendo las financieras.

La cadena de bloques posee un requisito importante: debe haber varios usuarios (nodos o mineros) que verifiquen las transacciones para validarlas y que así el bloque correspondiente a esa transacción (en cada bloque hay un gran número de transacciones) se registre en la blockchain.

¿Cómo funcionan las transacciones en una blockchain?

Aunque no parezca el proceso es sencillo si recuerdas que la blockchain es el registro de varios bloques que almacenan cada uno varias transacciones de manera segura gracias a que están encriptadas.

Cuando un usuario realiza una transacción (por ejemplo enviar sus criptomonedas a una wallet, a otro usuario o a una aplicación descentralizada) este movimiento sigue los siguientes pasos: 1) Todos los nodos verifican que el usuario posee la cantidad de criptomonedas que quiere transferir, 2) Cuando se confirma que el usuario cuenta con los fondos que desea transferir, la transacción se agrupa con varias otras y se forma un bloque cifrado e invariable, 3) Los mineros compiten para resolver un complicadísimo algoritmo, el primero en resolverlo se lleva una recompensa y el bloque se considera validado o sellado, 4) Una vez que el bloque es validado ingresa a la blockchain y la transacción se realiza de forma anónima y segura, a la vez que la base de datos de la blockchain se actualiza para todos los nodos.

¿Por qué es segura una cadena de bloques?

Gracias al complejo proceso de minado (validación de datos) que añade diferentes mecanismos de seguridad.

Ese minado de bloques consiste en la realización de una serie de complejos cálculos que requieren tiempo y (cada vez más) electricidad, pero cuando el proceso acaba esos bloques quedan registrados de forma permanente en esa cadena de bloques, y no pueden ser modificados sin que se alteren todos los bloques que están enlazados con él, una operación que además necesitaría que la mayoría de los nodos la validen.

La red de mineros o nodos recibe avisos de nuevas transacciones y las reúne en un nuevo bloque, pero lo hace llevando a competir a todos los mineros, porque el primero que logra crear un bloque válido y lo sella recibe una recompensa por ese servicio (usualmente la moneda nativa de la blockchain). Gracias al uso de una cadena de bloques común que se sincroniza entre todos los nodos se logran transacciones  irreversibles, lo que permite que nadie altere la red o haga fraudes para beneficiarse, modificando el libro de cuentas para desviar dinero (criptomonedas) de un lado a otro sin que otros se enteren.

De hecho añadir nuevos bloques es un proceso cada vez más costoso, lo que hace normalmente que los mineros trabajen agrupados (llamados pools, que funcionan de forma similar a una cooperativa) en lugar de trabajar por sí mismos. Cuando uno de los mineros resuelve el problema criptográfico que representan los cálculos para sellar un bloque, avisa a los demás, que comprueban que efectivamente es así y añaden ese bloque a la cadena de bloques completa que tienen en sus ordenadores.

Ese libro de cuentas no solo está distribuido y es seguro: los bloques enlazados (de ahí lo de cadena de bloques) cuentan con un puntero hash (codificado) que enlaza al bloque anterior, además de una marca de tiempo y los datos de la transacción, y esa información es pública. ¿Qué significa eso? Que la cadena de bloques, aunque protege la privacidad de sus usuarios, sí que permite controlar la trazabilidad de esas transacciones.

En simple: Nos permite conocer todo el camino que ha seguido una criptomoneda desde la wallet de un usuario hasta la wallet de otro, o hasta una Dapp. Eso sí, nunca podremos conocer la identidad de su propietario ni ningún dato asociado a él.

El propio diseño de la cadena de bloques tiene ventajas claras, y por ejemplo confirma que cada unidad de valor o criptomoneda solo se ha transferido una única vez, lo que evita el tradicional problema con el doble gasto de monedas digitales o con el dinero falso, que reduce la confianza de los usuarios en esa moneda y también en la propia circulación de la misma.

¿Para qué sirve una cadena de bloques?

Lo normal es asumir que las blockchain únicamente se utilizan para invertir y utilizar criptomonedas, pero la realidad es que su uso es mucho más amplio y cada día aparecen nuevos proyectos que nos hacen reflexionar sobre el gran potencial de la blockchain y que aún no hemos descubierto.

El mayor ejemplo de disrupción y nuevas maneras de usar las blockchain es la red Ethereum, con su moneda Ether. A diferencia de la red de Bitcoin aquí las transacciones son los contratos inteligentes (smart contract) que permiten definir todo tipo de transacciones.
Al igual que ocurre con Bitcoin, estas transacciones se mantendrán en la cadena de bloques, inalterables y accesibles durante toda la vida de esa cadena de bloques. Si nos vamos al extremo, Ethereum podría sustituir básicamente a cualquier intermediario, sustituyendo productos y servicios que dependen de terceros para estar totalmente descentralizados.

Ethereum es solo una de las alternativas que se han originado con la cadena de bloques como protagonista, y de hecho hay muchas ideas que tratan de explotar las bondades de una tecnología que tiene un alcance virtualmente ilimitado. Veamos algunos ejemplos:

  • Finanzas: Varias entidades financieras han creado el consorcio R3 para averiguar cómo aprovechar la cadena de bloques en los sistemas financieros tradicionales. Una particularidad que la diferencia de otras redes es que usan un «libro de contabilidad autorizado» (permissioned ledger) en donde la identidad del usuario no está protegida.
  • Registro de propiedades: El gobierno de Japón ha iniciado un proyecto para sistematizar todo el registro de propiedades urbanas y rústicas en una blockchain. Esto les va a permitir contar con una base de datos abierta en la que se pudieran consultar los datos de las 230 millones de fincas y 50 millones de edificios que se estima existen en el país asiático.
  • Sistema de pagos: Tenemos el caso de TenX, que ha creado una tarjeta prepago que se puede recargar con distintas criptomonedas y usarla como medio de pago en cualquier comercio como si esa tarjeta tuviera dinero convencional, sin importar si el comercio acepta o no pago en criptomonedas.
  • Carsharing: La subsidiaria de Ernst & Young Global Ltd llamada EY está desarrollando un sistema basado en la cadena de bloques que permite a empresas o personas acceder a un servicio para compartir automóviles. Se llamará Tesseract y permitiría registrar quién es el propietario del vehículo, el usuario de ese vehículo y generar los costes basados en el seguro y otras transacciones en este tipo de servicios.
  • Almacenamiento en la nube: La empresa Storj quiere transformar esta industria dominada por empresas que centralizan el almacenamiento en sus servidores. Está trabajando para utilizar la blockchain para mejorar descentralizar el almacenamiento y mejorar la seguridad y reducir la dependencia de ese proveedor de almacenamiento.
  • Servicios gubernamentales: ¿Te imaginas que toda la gestión pública sea realmente transparente y realmente pública? Hay distintas iniciativas y proyectos que recién están iniciando para trasladar parte de la burocracia estatal a la blockhain, permitiendo que los procesos y la información se procese más rápido, más segura y más transparente.

Son tan solo algunos ejemplos de la aplicación de la cadena de bloques a todo tipo de ámbitos, pero hay muchísimos más: la versatilidad de esta tecnología es tan enorme que es difícil pensar en un área que no pueda ser transformada por esta idea.

Reflexión final

De momento la blockchain está revolucionando las finanzas descentralizadas pero su potencial es enorme gracias a su seguridad, rapidez en registrar transacciones y la escalabilidad para ofrecer soluciones a problemas de todos los tamaños.
Por ahora vemos que poco a poco nuevas empresas e incluso Estados empiezan a explorar otros usos para esta tecnología e integrarla en su estructura, pero no tardaremos mucho en entender que el futuro no es integrar la cadena de bloques sino crear nuevas estructuras a partir de ella.

Haz tu propia investigación, recuerda que la decisión de invertir depende solo de ti y de tu tolerancia hacia el riesgo, tu experiencia en este mercado, la diversificación de tu cartera de inversiones y la paciencia para aguantar los ciclos bajistas.

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